Uno de los viajes más espectaculares y exóticos que podéis hacer en la vida es a Nueva Zelanda. Un lugar del mundo en donde descubrir algunos de los mejores paisajes que puedan verse. Precisamente para ello nos hemos venido hasta el Parque Nacional de Tongariro, fundado en 1887, el más antiguo de Nueva Zelanda, y considerado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Está situado en el centro de la isla norte, y es un lugar estupendo para conocer la importancia de la cultura maorí. Un parque de paisajes bellísimos y variados, entre los que se pueden apreciar terrenos volcánicos, pequeñas montañas, cráteres, lagos de color esmeralda, géiseres y flujos de lava. Una explosión de color, sin duda alguna.
No en vano la silueta del Monte Ngauruhoe que aquí podemos ver fue elegido para servir como Orodruin, el Monte del Destino en las películas del Señor de los Anillos. Hay otros montes en el centro del parque, como el Ruapehu y el Tongariro, además de otras cumbres tapu, llamadas así por los maoríes ya que designa un lugar sagrado.
Por estas y otras muchas razones, recorrer el Parque Nacional de Tongariro es una experiencia natural y cultural fascinante. Para visitarlo hay que tomar como punto base cualquiera de las ciudades de Turangi, Parque Nacional y Ohakune. Lo mejor es que en ellas concertéis una visita guiada al parque, para que os expliquen un poco sobre él.
Porque la cultura y las tradiciones locales maoríes salpican Tongariro por todas partes. Las bellezas naturales que nos rodean os parecerán mucho mejores a medida que los guías locales nos relatan las leyendas e historias que frecuentan la zona. Precisamente la mayoría de guías profesionales son maoríes.
Las visitas guiadas son muy tranquilas, ya que se suelen hacer en grupos de menos de quince personas. Las salidas se hacen desde las ciudades de Taupo, Turangi, Whakapapa y Parque Nacional.
Resulta un placer venir de aventura al primer parque nacional que fue convertido en Patrimonio de la Humanidad. Sus tres volcanes en activo, de más de tres mil metros de altura, le dan una belleza y un distintivo natural fascinante. La exhuberante naturaleza y sus lagos esmeralda son ideales para los que buscan las mejores fotografías en sus viajes.
Foto Vía Ryerson