Me resultó curioso cuando, después de comer, me preguntaron si quería ir a ver a las iguanas. Yo que pensaba que nos iban a llevar al zoológico, pero no… En Guayaquil, justo frente a la catedral, tenéis el Parque Seminario, conocido popularmente como el Parque de las Iguanas, porque allí campan a sus anchas precisamente estos animales.
Su nombre le viene de Don Manuel Suárez Seminario quien, a finales del siglo XIX, convirtió este parque en lo que hoy puede verse. Las iguanas aparecieron después, sí que es verdad, pero, ¿a que resulta raro y curioso encontrar un lugar así en medio de la ciudad?. Porque el Parque de las Iguanas se halla en pleno centro histórico de Guayaquil, justo donde se situaba 300 años atrás la vieja ciudad colonial.
No os preocupéis si tenéis reservados vuestros vuelos Guayaquil, porque no son muy grandes que digamos, y están acostumbradas a la gente, por lo que también se dejan hasta fotografiar. Eso sí, a eso de las cinco de la tarde se suben a los árboles, porque descansan muy pronto. Tampoco sentaros en ningún banco que esté bajo un árbol, por lo que pueda pasar… ya me entendéis…
Además de las iguanas es el típico parque de una gran ciudad, con sus kioscos, sus pequeñas y grandes estatuas, como la de Simón Bolívar o la de los jabalíesy zonas para que jueguen los más pequeños. ¿Las recomendaciones que se les suelen dar a los turistas?. Únicamente que no intenten darle de comer a las iguanas, pues les pueden morder.
Es un parque realmente encantador para pasar el mediodía y la tarde. Y si hace sol, las iguanas bajan de los árboles para tumbarse y disfrutar. Lo hacen como si tal cosa, haya gente o no. Se lo pasan en grande, corretean, se colocan sobre el césped, comen de lo que les echa la gente…
Si estáis en Guayaquil no os perdáis la oportunidad de ver uno de los parques más curiosos que hayáis visto nunca. Daros un paseo por él y disfrutad de las iguanas.
Foto Vía Go South My Friend