El Palacio de Versalles en París

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Curiosamente hasta ahora no habíamos tocado un lugar tan turístico y famoso como el Palacio de Versalles. Una visita imprescindible para todos aquellos amantes del arte y la historia que se encuentren en París. El palacio se sitúa a unos treinta kilómetros al oeste de la urbe parisina, pero es muy fácil llegar con los trenes de cercanías RER.

El Palacio de Versalles, como os decimos, resulta una de las mejores excursiones que pueden hacerse si tenemos nuestros hoteles en París. Apenas algunos datos para reflejar lo que nos encontraremos: 700 habitaciones, 352 chimeneas, 67 escaleras, 483 espejos, 600 fuentes, 42 kilómetros de caminos y senderos, 372 estatuas… En definitiva, una obra ingente de diseño e imaginación para disfrute de Luis XIV, el rey Sol, y toda su corte.

A decir verdad, todo el recinto se compone de un total de tres residencias: Versalles, el Petit Trianon y el Grand Trianon. En total más de 67.000 metros cuadrados y dos mil habitaciones. Si accedéis al palacio veréis las habitaciones del rey y la reina, la galería de los espejos, las habitaciones intactas de María Antonieta, el Salón del Trono… Todo un universo de arte y belleza, desde el que se tienen unas vistas magníficas de los jardines.

Todas las salas y dependencias están exquisitamente decoradas. Espejos, amplios ventanales, obras de arte, jarrones decorados con figuras de oro y diamantes… Además pueden visitarse la biblioteca, la capilla y hasta una sala de ópera. En alguna que otra ocasión leí que Versalles era como un museo de arte, y no le falta en absoluto razón. El arte que encierran sus muros es fascinante.

No es de extrañar que cada año sean unas diez millones de personas las que visiten el Palacio de Versalles. Impresiona nada más llegar descubrir la inmensidad del parque. Los jardines tienen unas 800 hectáreas, con 300 hectáreas de bosque y dos jardines al estilo francés.

Os recomiendo que planifiquéis bien la visita antes de hacerla, porque a veces resulta que nos vamos y no hemos visto casi ni la mitad. También es verdad que muchas de las salas del palacio solo pueden verse a través de visitas guiadas. Por eso lo más aconsejable es llegar bien tempranito para evitar las colas y tener todo el día para disfrutar de Versalles. Si reserváis un tour a Versalles veréis muchas más cosas que si váis por vuestra cuenta.

La Galería de los Espejos, de 70 metros, la Capilla Real, posiblemente de los templos barrocos más hermosos de Francia, el Salón de Venus, la Cámara de la Reina, los jardines con sus setos, fuentes, paseos, estanques y estatuas… Todo Versalles es una auténtica obra de arte, una mirada al pasado más lujoso que merece la pena ser paladeado con tranquilidad.

Foto Vía Resimlere