Me quedo con dos definiciones que dimos nada más verlo: un palacio de cuento de hadas… y un palacio de vainilla. La primera me resultó más tradicional, y la segunda curiosa, pero creo que las dos son muy significativas, tanto por su belleza como por su pintoresquismo y su color. Lo que está claro es que uno se queda embelesado observándolo.
El Palacio da Pena puede ser también impresionante, surrealista, yo diría que hasta extravagante. Lo situamos en la turística Sintra, unos 30 kilómetros al oeste de Lisboa, encaramado en lo alto de una colina, a 500 metros de altura, que parece esconderse tras la espesura de los árboles. Si tenéis vuestros hoteles en Lisboa, os aseguro que merece la pena la excursión.
Dicen, y no lo pongo en duda, que es el mejor ejemplo de arquitectura romántica de Portugal. Fue el capricho de un rey, Fernando de Sajonia, príncipe alemán que se casó con María II, reina de Portugal, quien motivó la construcción de este palacio. Comenzó a construirse en 1842, y aunque en 1854 ya parecía acabado, hicieron falta algunas reformas y ampliaciones más.
A cualquiera en otro lugar se le haría extremadamente recargado, pero aquí parece que le da belleza al conjunto. No pararéis de ver elementos manuelinos de la época, azulejos por doquier, puertas y ventanas finamente labradas, detalles medievales y árabes, galerías de arcos, y todo en tonos rosa y amarillo, de ahí lo de palacio de vainilla.
Almenas, torres y arcos dan paso a un interior deslumbrante, al que se accede a través de dos puertas de entrada. El palacio consta de unas 26 salas, y lo mejor de todo es que los muebles y la decoración permanecen intactos. Así lo dejaron sus ocupantes al abandonarlo. Una mezcla de nostalgia parece invadir cada una de las dependencias.
Desde el Arco del Tritón, que sorprende nada más entrar, hasta los diferentes aposentos de la Familia Real, junto con la cocina, la capilla, el Patio dos Arcos, el Salón Árabe o el Salón Noble, todo es una auténtica maravilla que os sorprende gratamente.
Os recomendaría que, para la visita, tomárais el autobús turístico en el centro de Sintra, ya que el palacio se halla a unos cuatro kilómetros. Se coge en la parada que hay junto a la oficina de turismo, y os sube hasta la colina. Es mucho más recomendable que venir en coche, ya que no hay mucho aparcamiento en la zona.
Si ya no sabéis qué ver en Lisboa, porque habéis recorrido toda la ciudad, acercaros hasta Sintra, porque merece muchísimo la pena.
– Información adicional
- Horarios: Del 1 de mayo al 15 de septiembre abre de 09.45 a 19.00, siendo la última entrada media hora antes. Del 16 de septiembre al 30 de abril abre de 10.00 a 17.30, siendo la última entrada 45 minutos antes.
- Precios: La entrada al palacio cuesta 9 euros, 7 euros para niños entre 6 y 17 años y mayores de 64, 8 euros con el carnet joven, 6 euros con la tarjeta Lisboa Card, gratis para los menores de 6 años y 24 euros para las familias que vengan con dos adultos y dos niños menores de 18 años.
Foto Vía Garden Visit