Si hay que hablar del horizonte de Marrakech, su atardecer se desliza sobre la silueta de la Koutoubia, el minarete más famoso de la ciudad, y uno de los más antiguos. Lo podéis visitar en la plaza del mismo nombre, y también es conocido como el minarete de los Libreros. La pena es que no se puede visitar el interior…
Y es que los turistas y no musulmanes, al igual que en la mayoría de mezquitas, tenemos prohibida la entrada. Aquí se respetan muchísimo los lugares sagrados, que están para orar en ellos, no para ser visitados. Si queréis saber qué ver en Marrakech, este minarete debe estar en las visitas imprescindibles a la ciudad.
Este minarete fue construido en el siglo XII y quizás a algunos os parezca muy parecido a la Giralda de Sevilla, ¿verdad?. Precisamente fue la Koutoubia el que sirvió de modelo al monumento sevillano. Eso sí, es más pequeña que la Giralda, ya que la Koutoubia tiene unos 77 metros de altura. Esa altura seguro que os sirve para guiaros por la ciudad, sobre todo si estáis en la medina.
Es una delicia poder ver desde el exterior este minarete almohade, aunque no se pueda acceder a ella, sobre todo cuando el imán llama desde la cima a los fieles para la oración. Sí que podemos, empero, entrar en los jardines y también disfrutar de la animación que hay en los alrededores, con los vendedores de agua, que no pararán hasta que les compréis un vaso.
Su nombre de los Libreros le viene del hecho de que, nada más ser construida, se instalaron a su alrededor numerosos mercaderes de manuscritos. Precisamente la palabra kutub significa en árabe libro.
Fijaros bien porque el minarete tiene una decoración distinta en cada cara. Y otro elemento curioso, las cuatro bolas doradas de la cima. Son cuatro bolas superpuestas y de tamaño decreciente. La más grande de ellas tiene dos metros de diámetro. Cuentan que en un principio eran tres y que la cuarta la donó una de las esposas del sultán Yakub el Mansur, en penitencia por haber roto el ayuno del Ramadán.
Seguro que si tenéis vuestros hoteles en Marrakech en el centro de la ciudad estaréis muy cerca del minarete. Tal vez incluso podáis contemplar su silueta desde la habitación…
Foto Vía Eve Andersson