Si somos aficionados a la arqueología o simplemente al conocimiento del pasado occidental, sin duda tenemos que viajar al menos una vez en nuestra vida a Grecia en general y a Atenas en particular. Además, con la desastrosa situación económica y social que está viviendo el país en estos momentos, podemos encontrar varios viajes outlet que nos ayudarán a viajar a la cuna de la civilización occidental sin grandes gastos.
Pese a que la capital griega posee cientos de lugares de interés arquitectónico, hoy nos fijaremos en un lugar que pese a su importancia no es una de las más conocidas.El Erecteion es una de las obras arquitectónicas más impresionantes del orden jónico, uno de los símbolos de la arquitectura griega clásica.
Su construcción comenzó allá por el 421 a.C. sobre un antiguo templo ya existente. Su edificación acabó en el año 406 una vez se pudieron resolver las dificultades que el terreno de su emplazamiento ofrecía, ya que pese a no ser el mejor lugar para construir un tempolo este lugar era donde se llevaban a cabo los cultos más importantes de Atenas.
Se trata de una construcción asimétrica con una planta muy compleja y levantada en tres cuerpos. Su culto se dirigía a varios dioses, los cuales se disponían en diferentes alturas. El cuerpo principal del edificio posee seis columnas en su frente, donde en su interior se ubicaba antiguamente una estatua de Atenea hecha de madera. El segundo pórtico, el del norte se decoraba también de varias columnas. A la izquierda de este pórtico podemos encontrar tres agujeros que, según cuenta la mitología, fue provocado por el tridente de Poseidón.
Por último el pórtico de las Cariátides o el pórtico sur posee una pequeña galería de enorme belleza y fama, ya qiue en vez de columnas posee varias estatuas sagradas que hacen la función de columnas. Hay que decir que las que se ven no son las originales, ya que éstas se encuentran en el Museo Británico y en el Museo de la Acrópolis, aún así son fieles copias de ellas.
En fin, el Erecteion es una obra maestra y un lugar imperdible si estamos de visita en Atenas.
Foto Vía: Antoni Campoy Ederra