El centro histórico de Tallin, capital de Estonia, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997. Es el típico casco viejo medieval de calles estrechas y sinuosas, en el que se levantan antiguas iglesias medievales, palacios y casas nobiliarias de gran interés. En la parte conocida como Toompea, una colina caliza símbolo de la ciudad, se alza un magnífico castillo, hoy sede del Parlamento de la República de Estonia.
El Castillo de Toompea es un enorme complejo que se divide en varias secciones. Cuenta con diferentes murallas y torres, así como pequeños patios y fortalezas en su interior, hoy convertidas y habilitadas para su función administrativa. Es una de las visitas obligadas que tenéis que hacer en Tallin, ya sea si venís hasta la capital estonia en avión o con alguno de los cruceros todo incluido que recorren el Báltico.
El origen del Castillo de Toompea hay que situarlo hay que situarlo en la antigua fortaleza de madera que conquistaron los daneses en 1219. Desde entonces y hasta la primera década del siglo XX, este castillo fue pasando de mano en mano. Daneses, suecos y rusos han sido algunos de sus inquilinos, entre ellos la emperatriz rusa Catalina la Grande.
Hoy la silueta del castillo se ve coronada por la famosa torre Pikk Hermann, de 46 metros de altura. Los estonios la consideran todo un símbolo nacional. Tanto es así que, según la tradición, aquella bandera que ondee en la torre será la del país a la que los estonios le rendirán pleitesía. De ahí que cada día sobre la torre pueda verse la bandera nacional de Estonia.
Es un placer tanto visitar el castillo en sí, con su maravilloso Jardín del Gobernador, en la parte sur, como contemplar la silueta de la fortaleza encaramada al acantilado. Yo os aconsejo especialmente subir hasta él, ya que desde la cima también se tienen unas vistas estupendas de la ciudad.
Su aspecto actual, a pesar de las muchas restauraciones, data de los siglos XIII y XIV. Ni que decir tiene que, si tenéis la oportunidad de visitar Tallin, no os quedéis sin visitar uno de los rincones más históricos y emblemáticos de la ciudad.
Foto Vía World 66