Sin duda alguna estamos en el lugar más hermoso de Arizona. Lo curioso es que, a diferencia de otros grandes cañones, este Cañón de Chelly no es tan grande, pero sí mucho más encantador. A decir verdad, parece como si de pronto hubiésemos viajado al paisaje de otro planeta, de nos ser por los pastos verdes que a veces salpican el cañón.
El Cañón de Chelly lleva habitado desde hace cinco mil años. Monumento Nacional, tiene cerca de 84.000 hectáreas en las que viven los indios navajos. Precisamente hay varias viviendas en las paredes del cañón, tanto al norte como al sur. Esto provoca que no hay muchas posibilidades de hacer escalada en la zona.
Si tenéis oportunidad, lo primero que os recomendaría sería intentar ver alguna puesta de sol en el Cañón de Chelly. Las sombras van derramándose poco a poco por las paredes del cañón. Si estáis desde la parte alta veréis algunos caballos corriendo tranquilamente por la parte baja del cañón.
También se puede visitar el cañón en camioneta, recorriendo la base del mismo. Desde abajo os impresionarán las paredes rojizas que se levantan sobre vosotros. Eso sí, el Cañón de Chelly se encuentra dentro de una Reserva de Indios Navajos, por lo que no os podéis adentrar en la zona sin gente especializada ni guías turísticos.
Para ello lo mejor es ir hasta el Centro de Visitantes del parque y contratar a un conductor navajo, quien os llevará en su propio vehículo por el cañón. Los guías navajos os contarán historias y leyendas de la zona, aunque quizás también que aguantarles algunos chistes malos, os lo digo por propia experiencia.
Los paseos contratados desde el Centro de Visitantes con guías navajos cuestan unos 20 dólares la hora por persona, debiendo contratar un mínimo de 3 horas. En verano, sin embargo, hay visitas guiadas gratuitas. Los fines de semana se hace una caminata de unas tres o cuatro horas por todo el cañón.
Si tenéis pensado visitar el Cañón de Chelly os recomendamos que llevéis con vosotros prismáticos y que, si acampáis en la zona, llevaros con vosotros vuestros objetos de valor. Beber bastante agua porque suele hacer calor.
Para alojaros en la zona os recomendamos cualquiera de los moteles que hay en Utah, Kayenta o Chinle, los más cercanos al Cañón de Chelly. También se puede acampar en el Cottonwood Campground. Para ir a ver lo mejor del cañón debéis tomar la carretera 191, cerca de Chinle, en Arizona.
Foto Vía Beatiful Landscape