¡No sabemos que tiene Dublín que gusta a tanta gente a la vez! quizás hay una unión bastante similar a la de los españoles, con una cultura parecida, pues los irlandeses son abiertos, amables y un pueblo nómada acostumbrado a vivir en varios lugares.
Una de las ventajas es que, hoy en día, llegan una gran cantidad de vuelos baratos a Dublín, a todas horas en cualquier día de la semana a precios realmente bajos. Por otra parte, alojarse tampoco te va a salir caro, porque existen una gran cantidad de hostels que, si bien no son la panacea, reunen las condiciones necesarias para un alojamiento digno con desayuno irlandés incluido.
Otra comodidad es que la ciudad es de reducidas dimensiones, un destino perfecto para pasar un fin de semana largo y visitar los diversos puntos de interés. Dublín acoge a un gran número de estudiantes y gente joven que lo eligen para estudiar o trabajar, pues la población media no llega a los 30 años de edad. Es, por tanto, una ciudad joven y cosmopolita que agrupa a gente de diversas culturas.
El verde de sus paisajes y sus parques, protagonizado por el Phoenix Park, una de las extensiones más grandes del mundo, marca el lado amable de este pueblo al que le gusta vivir al aire libre. No por ello hemos de dejar de hablar de las numerosas tabernas irlandesas, prácticamente todas agrupadas en el barrio de Temple Bar.
Allí hay tabernas históricas, muy antiguas, casi siempre llenas hasta los topes, donde es normal que actúen grupos de folklore tradicional entonando canciones irlandesas muy populares. La cerveza preferida es la Guinness, de la que se encontramos un museo en la misma ciudad. Además, cenar en las tabernas es una de las mejores maneras de probar la cocina autóctona del lugar a precios bajos.
Foto: infomatique