Está a punto de acabarse la temporada de invierno en las principales estaciones de esquí de los Alpes austriacos. La primavera comienza a hacer acto de presencia en muchas de las ciudades de este país ofreciendo un color diferente a las cosas. Del blanco de la nieve se pasa a colores más vivos, alegres y sugerentes. Buena prueba de ello es la hermosa Salzburgo. Es el turno de un tipo de turismo más relajado, aquel que pasea por sus calles y se sienta en las terrazas a degustar su gastronomía.
Un lugar que ha hecho del turismo de Mozart una de sus principales fuentes de ingresos. Son muchos los turistas que vienen hasta aquí atraídos por el genio de la música clásica. Solo tienes que dar una pequeña vuelta por el Altstadt, el casco antiguo, para darte cuenta que no hay una una sola tienda de souvenirs que no tenga su figura en los escaparates. Camisetas de Mozart, tazas, postales, papeles de regalo, relojes y hasta las Mozartkugeln, unas bolas de mazapán bañadas en chocolate y cuyo envoltorio es un dibujo de Mozart.
El compositor nació y vivió sus primeros 17 años en una casa de la Getreidegasse, concretamente en el número nueve, una de las calles más comerciales de Salzburgo. Cada día son cientos y cientos los turistas que pasean por aquí para revivir la infancia del músico. Una calle en la que pueden verse edificios barrocos de color pastel, balcones y ventanas de hierro forjado y mil y un detalles más. Tenéis vuelos baratos aquí para reservar vuestro viaje a esta hermosa ciudad.
Otro de los grandes atractivos de Salzburgo es su variado repertorio cultural. A lo largo del año se llevan a cabo en ella más de cuatro mil eventos. Uno de los más destacados es el Festival de Salzburgo, uno de los más importantes de Europa. Pero también merecen la pena la Semana de Mozart en enero, el Festival de Pentecostés o el Festival de Jazz que se celebra en otoño. Os recomiendo asistir también cualquier sábado entre abril y septiembre a la representación de El Réquiem de Mozart en la Iglesia de la Universidad.
La última noche de vuestra estancia en Salzburgo, para acabarla de la forma más romántica posible, podéis ir a cenar al Stiftskelle St. Peter. Allí en su Salón Barroco podéis asistir a la Cena Concierto de Mozart, con velas y música clásica en directo. Se trata del restaurante más antiguo de la Europa Central, un lugar en el que también cenó el propio compositor. El menú se inspira en recetas del siglo XVIII.
Acabada la temporada invernal podéis aprovechar para visitar Salzburgo y empaparos de su corriente mozartiana. Una ciudad que vive por y para el gran genio de la música barroca.
Foto Vía Mozart