La capital de Egipto es, sin lugar a dudas, una de las ciudades más impresionantes del mundo árabe, gracias a su gran extensión y a una población, en su área metropolitana, de alrededor de 18 millones de personas. Como sede de las principales instituciones del país, en ella se concentran gran cantidad de puntos de interés cultural en todas las vertientes de las diversas civilizaciones, históricas y actuales, del área del bajo Nilo.
Así, vale la pena reservar un vuelo a El Cairo para maravillarse con todas las joyas de los antiguos faraones, con sus edificios religiosos islámicos y con las espléndidas muestras de arte copto que atesora la ciudad. Además, podremos visitar fascinantes mercados con el típico encanto del mundo árabe y oriental, degustar la sabrosa gastronomía local, asistir a espectáculos tradicionales de música y danza, comprar recuerdos para amigos y familiares e incluso encontrar alguna verdadera antigüedad a buen precio para decorar nuestro salón con algo exclusivo y auténtico.
No debemos dejar pasar la oportunidad de visitar lugares como el Museo Egipcio, que acoge la mayor colección del mundo sobre el Antiguo Egipto; el Museo de Arte Moderno, centrado en las obras de artistas egipcios desde principios del siglo XX; o el centro histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1979, que incluye el barrio cristiano copto de la ciudad, un intrincado laberinto de callejuelas repleto de antiguas iglesias como la de Santa María, algunas fechadas en los siglos IV y V.
La Ciudadela de Saladino data del s. XII, y en ella destacan la mezquita de Alabastro y la mezquita de Muhammad Alí, del s. XIX. Es imprescindible una visita al área comercial de Jan el-Jalili, un inmenso zoco fundado en el s. XIV y en el que actualmente podemos encontrar absolutamente de todo y entregarnos al sano, aunque a veces estresante, ejercicio del regateo.
Foto: Zack Sheppard