Invadida por inmensidad de pueblos durante toda la época, Zaragoza es monumental y tiene una gran cantidad de edificios históricos. Visitarla es muy fácil gracias a los vuelos baratos e infraestructuras nuevas que potencian un gran turismo de congresos.
Algunos de sus imprescindibles los podemos encontrar en el centro histórico, repleto de plazas peatonales, plazas y tiendas de recuerdos. Las terazas y los lugares de tapeo son muy populares en el casco antiguo, eje de transformación comercial.
Zaragoza se jacta de poseer algunos edificios nombrados Patrimonio de la Humanidad. Un ejemplo claro es la catedral de la Seo, algo austera, y edificada primero sobre un templo romano y sobre un mezquita después. Su arquitectura está muy bien definida y es una de las iglesias más antiguas de la población y de toda la comunidad.
En esta zona hay una gran plaza donde en festivo tiene lugar un mercadillo con toda clase de enseres. Desde productos de segunda mano a joyería y artesanía a buenos precios. Vale la pena darse una vuelta para entrar, posteriormente, a la gran basílica del Pilar. Una joya del gótico que nos deja obras de arte de inigual belleza, como los frescos pintados por Goya.
La basílica recibe una gran cantidad de visitantes al año, algunos de los cuales son auténticos fieles a la virgen y vienen de todas las partes del mundo. El exterior es inmenso, y puede verse desde todoos los rincones de la ciudad. Y el interior está dispuesto por varias capillas y retablos.
El palacio de Aljafería es la segunda propuesta patrimonio de la humanidad por su belleza y por albergar el palacio de los reyes católicos, entre otros. El estilo mudéjar es prioritario al igual que otros estilos. El ayuntamiento o el paraninfo de la universida de Zaragoza son otros ejemplo de la cultura que rodea la ciudad.
Foto: derickleony