Todos los apasionados del arte que hayan decidido realizar un viaje y reservar uno de los diversos hoteles en Granada online no pueden dejar de conocer en su visita lugares tan emblemáticos como la Alhambra o la Catedral, de eso no hay ninguna duda. Sin embargo, también deben llevar a cabo una visita a uno de los lugares que está considerado como una de las mejores joyas del arte barroco en la ciudad andaluza: el Monasterio de La Cartuja.
En el siglo XV fue cuando se puso en pie esta construcción, también llamada Monasterio de Nuestra Señora de la Asunción, que se convirtió, hasta bien entrado el siglo XIX, en el lugar donde moraban los monjes pertenecientes a la Orden de los Cartujos.
Durante todo ese tiempo este rincón de Granada ha sido objeto de un sinfín de remodelaciones y de obras que han hecho de él un espacio de gran belleza en la ciudad. Todo en su conjunto merece la pena admirarse, no obstante, indudablemente, existen una serie de estancias que requieren que se les preste mucha más atención.
Así, entre los elementos más significativos del Monasterio de La Cartuja destacaríamos los siguientes:
- Portada. En el siglo XVI fue cuando se construyó la misma que es un magnífico ejemplo del estilo plateresco.
- Sacristía. Dentro de dicha edificación religiosa esta estancia cobra especial importancia ya que es una de las mejores joyas de los últimos retazos del Barroco. De autor desconocido es la misma que se construyó en el periodo comprendido entre 1727 y 1764. La cúpula es, sin duda alguna, el mejor elemento que la define y es el que cuenta con un mayor valor representado por las pinturas que posee y que fueron realizadas por Tomás Ferrer.
El refectorio, el sagrario o la sala capitular son otros de los espacios más importantes de este monasterio.