Hasta ayer mismo que unos amigos me preguntaron cuál era la mejor época para viajar a Roma no me lo había planteado. A decir verdad, he estado en Roma tanto en verano como en invierno y me he encontrado de todo. Será por eso por lo que dicen que el tiempo en la capital de Italia es un tanto variable, aunque no creo que sea óbice para pasar unas vacaciones.
Tanto si tenéis pensado reservar un hotel o un apartamento en roma, Oh-rome es una buena opción. No es necesario que tengáis que estar demasiado preocupados por el tiempo, por lo menos a diferencia de otras ciudades. Allí encontraremos lo normal: mucho calor en los meses de verano, y una media de diez grados en los meses de diciembre, enero, febrero y marzo.
La única diferencia que noté más palpable es de noche, cuando las temperaturas refrescan un poco, tanto en verano como en invierno. En la época estival rondan los 15-20 grados, mientras que en invierno hace mucho más frío, rondando los cero grados o temperaturas algo por debajo.
¿En cuanto a las lluvias? Pues también varían bastante de un mes a otro. Dicen los expertos que en Roma llueve, por regla general, unos seis días al mes, aunque evidentemente este promedio crece mucho más entre los meses de octubre y enero, que es cuando se desarrolla la estación húmeda. En esta época a la lluvia suele acompañarla en ocasiones algo de nieve. Si miramos las estadísticas de los últimos años, es el mes de noviembre el más lluvioso en Roma.
Junio y julio son, por el contrario, los meses más secos en Roma. En julio y agosto llueve algo más, pero apenas apreciable. Con deciros que las estadísticas de los últimos años indican que llovió solo dos días al mes en los meses de verano…
En resumen, si no os gusta mucho la lluvia, olvidaros entonces de viajar a Roma entre los meses de octubre y enero, aunque no se puede decir que llueva con una frecuencia excesiva. A partir de febrero y marzo las lluvias son más espaciadas y las temperaturas comienzan a subir gradualmente. Mayo, junio y septiembre son, curiosamente, los meses de mayor afluencia de turistas, ya que se huye un poco del excesivo calor de julio y agosto.
Foto Vía Ron in Rome