La torre inclinada de Pisa tiene una gloriosa historia. Se trata de una de las maravillas del mundo antiguo. Está ubicada en el Campo dei Miracoli, en la ciudad italiana de Pisa, y cuenta con más de 55 metros de altura. En realidad se trata de un campanario independiente, del que no se sabe con certeza quién fue el autor. La torre fue construida para ser vertical, pero comenzó a inclinarse durante su construcción. Hoy en día presenta una inclinación de 3,97 grados. Está decorada con numerosas columnas y bajorrelieves, así como mármol blanco.
La construcción de la primera planta se inició el 9 de agosto de 1173. La torre comenzó a hundirse después alcanzarse en su construcción la tercera planta en 1178. Ello se debió a la poca estabilidad del subsuelo. La construcción de la torre se detuvo durante casi cien años, momento en el que lo pisanos se encontraban en guerra con Florencia, Génova y Lucca.
Giovanni di Simone reinicia los trabajos de construcción en 1272. Los dos últimos pisos de la torre se añaden en 1319 y 1350. Tommaso Pisano completó la obra en 1360, con el montaje del campanario como último elemento que añadir a su estructura. Definitivamente las campanas fueron colocadas en la parte superior en 1372.
En 1838 se realizó un camino alrededor de la torre para que los turistas pudieran contemplar sin problemas su base, que cada vez se inclinaba más. En 1934 un ingeniero italiano perforó los agujeros de la base, rellenándolos con mortero. En su afán por corregir la posición de la torre, lo que provocó fue que se inclinara un poco más.
Durante la Segunda Guerra Mundial los nazis usaron la Torre de Pisa como lugar de observación. En 1993 se colgaron de la parte norte del edificio 650 toneladas de plomo, y durante un tiempo la torre no se inclinó más. En 1987 fue declarada Patrimonio de la Humanidad. En 1995 se intentó ampliar las bases de la parte sur del edificio. El suelo se congeló usando nitrógeno líquido para evitar que se moviera. Se retiraron las piedras con el fin de colocar barras de metal. Los ingenieros piensan que, con todos los trabajos realizados, la torre podrá permanecer en la misma situación durante 200 años más.