Jamaica es una de esas islas soñadas del Caribe. Cada vez son más los turistas que se acercan hasta aquí a disfrutar de una de las joyas más verdes de este paraíso de playas de cocoteros y otros grandes atractivos.
Muchos de estos viajes Caribe tienen como destino Kingston, la capital de Jamaica. Un destino que muchos asocian simplemente con rostros famosos, como Bob Marley o los velocistas Usain Bolt y Asafa Powell. Pero Kingston es mucho más, ya que en las últimas décadas se ha convertido en el verdadero latido que hace que Jamaica se mueva desde todos los puntos de vista.
Situada en la parte inferior de las llanuras Liguanea, el horizonte de Kingston está marcado por la imponente Montaña Azul, de 7.402 metros de altura, así que imaginaros las hermosas vistas que se pueden observar desde cualquier parte de la ciudad. Fundada a finales del siglo XVII, en un principio albergó a todos los refugiados y supervivientes de un terrible terremoto que asoló buena parte de Jamaica.
Hoy en día Kingston, y a pesar de sufrir otro terremoto en 1907, es una ciudad bulliciosa con muchos atractivos por visitar. Podemos empezar en los Jardines Castleton, jardines botánicos que fueron abiertos al público el 19 de noviembre de 1862. Hay en él muchas especies raras de plantas y autóctonas, por lo que resulta un lugar francamente especial para pasear tranquilamente y para los amantes de la naturaleza.
Eso sí el centro histórico es un pequeño caos, tanto de gente como de tráfico. Hay mucho ruido, con coches, autobuses escolares, urbanos, mercadillos ambulantes, vendedores que vocean sus mercancías… De todas maneras hay que saber buscar e impregnarse del estilo de vida tradicional jamaicano. Si os acercáis por ejemplo a la Galería Nacional de Jamaica descubriréis lo mejor del arte isleño.
Realmente, desde el punto de vista arquitectónico, no hay mucho que ver en Kingston. Hay entonces que quedarse con el ambiente, como el de Parade y su mercadillo en el que encontrar de todo, o el Parque de los Héroes Nacionales, que alberga numerosas estatuas de todos los que participaron en la independencia de Jamaica. No olvidaros de visitar, cómo no, el Museo Bob Marley, donde veremos todos sus discos de oro y platino colgados en las paredes.
Tal vez los turistas apenas reserven un día para visitar Kingston, y luego busquen el entorno natural de una isla de naturaleza exhuberante, playas vírgenes y enormes cascadas. Merece la pena.
Foto Vía Skyscraperlife
