Una de las ciudades más bellas que tiene Brasil es, sin duda alguna, Salvador de Bahía. Se trata de una urbe de casi tres millones de habitantes que tiene el privilegio de ser una de las más turísticas del país. ¿Por qué? Porque cuenta con una gran variedad de atractivos y encantos a los que nadie puede resistirse.
Uno de los elementos que más consigue atraer a visitantes de todas las partes del mundo es el conjunto de sus playas. Un total de 50 kilómetros de este tipo de arenales son los que tiene la población y todos ellos determinados por su belleza natural.
No obstante, Salvador de Bahía cuenta con otros muchos espacios con los que poder disfrutar. En concreto, estos son algunos de los rincones que tienen mayor interés:
- Elevador Lacerda. Uno de los símbolos que tiene la ciudad es este ascensor público que está situado en la zona de la Playa de Cayry. En el año 1869 fue cuando se comenzó a erigir la construcción, bajo el mandato del arquitecto Augusto Frederico de Lacerda, que cuenta con dos torres y con una altura de 72 metros.
- Iglesia de Nuestro Señor de Bonfim. En la conocida como Sagrada Colina es donde se ubica este templo de estilo neoclásico que se ha convertido en el más importante de cuantos espacios católicos existen en esta urbe. Su fachada rococó es uno de los elementos más singulares de la misma que cada año celebra la conocida como Fiesta de la lavada.
- Faro de la Barra. Otro de los símbolos de Salvador de Bahía es esta construcción de 22 metros de altura que se encuentra situada en la Punta de Santo Antonio. En concreto podemos establecer que se erige dentro de lo que es el Fuerte de Santo Antonio de la Barra.
