Comer en el Barrio Latino de París

Les Deux Magots
Terraza del Cafe Les Deux Magots

Un amigo francés me comentó días antes de viajar a París que lo mejor que se puede hacer en dicha ciudad es comer y pasear. La gastronomía es uno de los bienes más preciados de la cultura francesa. Y pasear por las calles y avenidas de la capital parisina es tal vez uno de los mayores placeres que puede experimentar cualquier turista que se precie. ¿Y si combinamos ambos? Pues para ello nada mejor que acercarse hasta el Barrio Latino.

Uno de los rincones con mayor encanto de la ciudad, lo encontramos en la orilla izquierda del Sena. Un lugar que no ha llegado a perder del todo su aire y su talante bohemio y que, gracias principalmente a la Universidad de la Sorbona que se halla aquí, está lleno de estudiantes, bares y cafés muy animados. Esos viajes a París románticos y a muy buen precio con los que estamos soñando deben incluir sin duda alguna comer en el Barrio Latino.

Podemos empezar en el famoso Les Deux Magots, un café que se ubica en Saint Germain des Pres. Es la típica cafetería francesa de toda la vida, con su terraza al aire libre, aunque este con un punto histórico de gran interés. Dos de sus clientes más distinguidos fueron Picasso y Hemingway. Simplemente por esto comer aquí es un poco caro (la comida no es la mejor de París), aunque merece la pena darse el capricho.

En la calle Mouffetard, una de las más viejas y animadas de París, se halla el Café Delmas. Un lugar con mucho encanto y una enorme terraza ideal para tomar un vino y el aperitivo. Lo recomiendo especialmente para sentarse a tomar algo durante el paseo por el Barrio Latino. No tiene la historia del anterior pero sí es de los imprescindibles de París.

Cerca de los Jardines de Luxemburgo encontramos el Au Pere Louise, en la Rue Monsieur Le Prince. Un local que suele estar lleno a cualquier hora del día y en donde podéis probar el mejor aligot de París. Este es un plato muy conocido en Francia y se trata de un puré de patatas mezclado con nata y queso Tommé (también se le puede añadir ajo o mantequilla). Si no os gusta la idea, un vino y a disfrutar del ambiente.

Por último, en el Carrefour de l’Odeon, tenemos L’Avant Comptoir. Un bar de vinos, crepería, restaurante y todo lo que queráis. Os recomiendo aquí su carne o las sopas. Un rincón pequeño pero especial, no tan conocido como los anteriores, pero que tiene su encanto.

Foto Vía La Plume du Littré