La ciudad italiana de Palermo es un lugar que nos ofrece la posibilidad de disfrutar de monumentos de gran belleza. Pero, en este caso, nosotros queremos destacar aquellos que se conocen nacional e internacionalmente por su singularidad. En concreto nos estamos refiriendo a las Catacumbas de los Capuchinos. Un rincón este que se ha convertido en uno de los más visitados de la urbe a pesar de su carácter tétrico o macabro, como queramos llamarlo.
Bajo un monasterio que perteneció a la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos es más exactamente donde se encuentran situadas este conjunto de tumbas de frailes y de miembros de familias pudientes. Cuerpos los que allí se encuentran que fueron sometidos a una deshidratación y a un tratamiento con vinagre para así ser embalsamados.
Unas 80.000 momias son las que se calcula que forman parte de este funerario monumento de Palermo y todas ellas se encuentran catalogadas y clasificadas siguiendo criterios tales como la edad, el sexo o la profesión. Eso supone que haya grupos de monjas, de niños, de mujeres, de sacerdotes o incluso de féminas vírgenes.
Desde luego que no todos los turistas tienen la valentía, la indiferencia o la capacidad para realizar una visita a las Catacumbas de los Capuchinos de esta ciudad italiana. No obstante, aquellos que sí se animen a realizarla deben saber que podrán ver in situ las momias de personajes tales como Rosalía Lombardo, una niña de dos años cuyo cuerpo está casi intacto.
El escultor Lorenzo Marabitti o el militar Enea Diguiliano son otras de las figuras que están enterradas y momificadas en este singular rincón de Palermo, desde luego no apto para todos los públicos, especialmente para los más sensibles.