La ciudad que aquí proponemos es Casablanca, ciudad al que podremos arribar tras uno de los cortos vuelos operados desde España. Se trata de una gran ciudad con bastante toque europeo y un ritmo acelerado, típico de Marruecos.
Si buscamos la parte o el toque árabe que la parte europea de la ciudad esconde, tendremos que ir al puerto, al interior de la Gran Mezquita y a la Medina Nueva de la ciudad. Si además, cenamos en lugares típicos y salimos de copas por La Corniché saldremos totalmente hechizados de la ciudad.
Hay que comentar que si llegamos en avión, no nos esperemos encontrar aquí ni a Isla ni a Víctor Laslo, pues es imposible debido a que la famosa película que lleva por nombre la ciudad no se rodó aquí. Así pues, lo primero es olvidarnos de la imagen hollywoodiense de la ciudad.
Lo que nos encontraremos será una ciudad adelantada, contemporánea, a la vez que decadente y llena de edificios de estilo art déco, construidas en la época en que todo esto era territorio francés. Por suerte o por desgracia a duras penas se mantienen en pié. Si queremos echar un vistazo a sus fachadas, lo mejor es ir a la Place des Nations Unies, donde se alza imponente el hotel Hyatt y bajar la calle que se sitúa enfrente, el bulevar Mohammed V y que a su vez es una arteria comercial que se rodea de inmuebles espectaculares de los lejanos años 30.
Extrañas cúpulas, balcones de madera y miradores nos proporcionarán extrañas sensaciones. Aquí están también las ruinas o restos de lo que fue el hotel Lincoln, donde sus ruinas miran al mercado Central, sin duda uno de los lugares más animados de la ciudad. A la hora de comer es especialmente recomendable parar aquí y pedir su especialidad, a saber, el pescado fresco.
La Place des Nations Unies se reconoce por ser el centro administrativo de la ciudad y por estar rodeada de elegantes construcciones, distintas tiendas de artesanías y cafés. Aquí nos podremos empachar del shawarma mientras admiramos la torre del Reloj y la muralla del siglo VIII, detrás del cual descubriremos la Medina Vieja.
Si al llegar la noche no sabemos qué hacer, lo mejor será ir a la Place Mohammed V, el cual es el punto de unión entre la ciudad antigua y la nueva. En torno a su gran fuente pasa de todo.
Foto Vía: Fidex2020