Bucarest, la pequeña París en Rumania

Bucarest, la pequeña París en Rumania 2

Después de nuestro viaje a Bucarest, la capital de Rumanía, ya no nos extraña que desde 1990 se le conozca como la pequeña París, por la gran cantidas de edificios de Belle Epoque que tiene y sus amplias avenidas bordeadas de árboles.

Si nos trasladamos en el tiempo, hay que decir que Bucarest fue fundada por Bucur a orillas del río Dambovita. Bucur era un pastor, cuyo nombre significa «la alegría». La ciudad fue cobrando prestigio, hasta que en el siglo XVII se convirtió en la capital de la provincia de Valaquia. No fue hasta 1862, cuando Bucarest se convirtió en la capital de Rumanía.

Desde entonces, grandes edificios neoclásicos y hermosos parques fueron diseñados por célebres arquitectos franceses. No es de extrañar que, si viajamos a Bucarest, tengamos que hacer un recorrido por su centro histórico, donde resalta la figura magistral del Palacio Imperial, además de una gran cantidad de museos históricos y galerías de arte.

No en vano, por algo se conoce a Bucarest como la pequeña París. En el siglo XX, sin embargo, Bucarest, y toda Rumanía, se vieron convulsionadas por el comunismo. Uno de sus más célebres líderes fue Nicolae Ceaucescu, quien dejó como legado en la ciudad el Palacio del Congreso, que antes se conocía como el Palacio del Pueblo.

Es un lugar impresionante, ya que sin ir más lejos es la segunda estructura más grande del mundo. De esta época comunista también quedó y se sigue celebrando el Festival Internacional de George Enescu, uno de los eventos literarios más importantes de Europa, en honor a este compositor y músico rumano.

Otro de los grandes atractivos de Bucarest es su pasado judío. Esta religión llegó a Bucarest y Rumanía en el siglo XVI, justo en los albores del levantamiento de los cosacos. Entre los siglos XVIII y XIX se construyeron en Bucarest muchas sinagogas judías, quedando hoy en pie hasta unas setenta en total. En el siglo XX la población judía de Bucarest llegó a ser de 40.000 personas.

Desgraciadamente, el exterminio nazi también se cebó con la comunidad judía de Bucarest, y hoy la población judía de la ciudad ha disminuido ostensiblemente. Sin embargo, a pesar de todo esto, Bucarest sigue siendo uno de los destinos turísticos más desconocidos, y a la vez más hermosos que podáis encontrar en Europa.

Foto Vía Fanch The System