El puerto de Brindisi tal vez sea uno de los más importantes y bulliciosos de todos los que se hallan a orillas del Adriático. Esta ciudad italiana se encuentra en pleno tacón de la famosa bota geográfica de Italia, a poco más de una hora en coche de otro de los grandes puertos de la zona, Bari.
Como ya os estaréis imaginando, hasta Brindisi llegan al cabo del año una gran cantidad de cruceros baratos. Esta pequeña joya adriática, considerada antigua puerta de Oriente desde la época romana, llegó a ser incluso capital de Italia desde septiembre de 1943 a febrero de 1944.
Hoy en día podemos disfrutar en ella de algunos monumentos de notable interés. Si llegamos en crucero a la ciudad lo primero que veremos será el Puerto de Brindisi, con el Seno di Levante y el Seno di Ponente, las dos entradas principales a la bahía. Precisamente la curiosa forma de esta bahía fue la que le dio el nombre a la ciudad, ya que sus fundadores, los mesapios, la llamaron Brunda, que quiere decir «cabeza de venado», ya que toma dicha forma.
A la entrada del puerto se sitúa la Columna Romana que, a pesar de su sencilla apariencia, es el símbolo de la ciudad. Tuvo más importancia en épocas pasadas, cuando servía de referencia a los navegantes para acercarse hasta la costa. Tiene 19 metros de altura, y fue construida con bloques de mármol traídos expresamente desde Turquía. En la parte superior cuenta con un capitel adornado con hojas de acanto y figuras humanas y mitológicas.
Desde el puerto podemos poner rumbo al centro histórico de la ciudad, para visitar la Catedral de San Juan Bautista. Comenzó a construirse en el siglo XII (su fachada románica pertenece a aquella época) aunque fue reconstruida en el siglo XVII, especialmente la torre campanario. De su interior hay que destacar la urna con las reliquias de San Teodoro, patrón de Brindisi, los mosaicos del suelo y el coro, tallado en madera en el siglo XVI.
Por último, a medida que nos vayamos alejando en barco nuevamente de la ciudad, disfrutaremos con la preciosa vista del Castillo Svevo, la fortaleza que domina el puerto desde la zona de Seno di Ponente. Fue construido por Federico II, y sirvió como castillo defensivo, cárcel y base militar. Se le recuerda por ser la residencia, en 1943, de Vittorio Emmanuele II.
Como veis, Brindisi es una ciudad que puede visitarse fácilmente en un día. Si en nuestro crucero hacemos escala en su puerto, no os quedéis sin conocer estos lugares imprescindibles que os hemos mencionado.
Foto Vía Brindisi Report