¿Sabíais que Bamberg, en la Baviera alemana, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1993?. Yo me enteré el día que la visité, ya que apenas se halla a dos horas de tren de Frankfurt. Rodeada de colinas, concretamente siete, Bamberg es de esas ciudades que te deja la sensación de haber viajado atrás en el tiempo.
La niebla brumosa que suele cubrir las mañanas otoñales de Bamberg envuelve a la ciudad en un ambiente mágico. Una pequeña Venecia rodeada de casas y edificios de los siglos XIV al XVIII que parecen algo así como casas de muñecas tras los árboles. Os recomiendo hacer un viaje desde vuestros hoteles en Frankfurt, alquilar una bicicleta y pasear por sus callejuelas.
A medida que vamos paseando por la ciudad se nos van descubriendo entre la niebla las cuatro torres de la Catedral de Bamberg. Cuenta la leyenda que la iglesia fue construida por el diablo, aunque más bien hay que reconocer que su constructor vendió su alma al diablo. El centro de la ciudad es Bamberger Markt, donde los lugareños y turistas van y vienen a través de los puestos del mercadillo local.
Desde aquí cruzamos el río Regnitz para visitar el Altes Rathaus, el viejo Ayuntamiento de Bamberg, uno de sus principales atractivos. Lo veréis casi construido en el río, porque el obispo no quiso concederles más tierras a la ciudad para su construcción a finales del siglo XIV. Está situado en la Marienplatz, y ya estaba construido en 1310, aunque fue reconstruido tras la Segunda Guerra Mundial.
Curiosamente Bamberg fue una de las pocas ciudades alemanas que no fue destruida durante la Segunda Guerra Mundial, cosa que para los turistas de hoy en día se agradece. Precisamente su centro histórico conserva casi todos sus edificios del siglo XIV. Pasear por Klein-Venedig, una hilera de treinta casas de madera, construidas por los pescadores en el siglo XIX.
Para seguir visitando en Bamberg tenemos Altenburg, en la parte alta de la ciudad. El Castillo de Altenburg fue habitado por los obispos entre 1251 y 1553. Si lo visitáis tendréis una preciosa panorámica de Bamberg desde aquí.
Para vista preciosa la que se tiene desde la ciudad de la Abadía de San Miguel, un antiguo monasterio benedictino que fue abandonado en 1803, y que desde entonces alberga una residencia de ancianos.
Bamberg, con su centro histórico Patrimonio de la Humanidad, es uno de esos lugares en Alemania que debéis disfrutar. Sus edificios y su pintoresquismo os llevarán a otras épocas. Una visita cautivadora y que os encantará.
Foto Vía Departures and Arrivals