Cuando nos planteamos un viaje a Italia, siempre pensamos en los destinos más típicos, como Roma, Florencia o Venecia, y nos olvidamos de regiones menos conocidas o, al menos, no tan frecuentes en los catálogos de las agencias de viajes. Una de estas regiones es Umbria, ubicada en el centro geográfico de la península itálica y una de las divisiones administrativas más pequeñas y menos pobladas de Italia. No obstante, esta zona dominada por la presencia de la cordillera de los Apeninos, tiene multitud de encantos que ofrecer al visitante, desde el punto de vista natural, artístico, cultural o puramente paisajístico.
La capital de la región es la ciudad de Perugia, y otras localidades interesantes son Terni, Foligno, Città di Castello, Spoleto, Gubbio, Assisi (Asís) u Orvieto, atesorando todas ellas lugares de interés, tanto por su historia como por su patrimonio artístico o arquitectónico. Los edificios religiosos tienen aquí especial protagonismo, ya que hay que recordar que en esta región surgieron los primeros monasterios cristianos, hacia el s. V, gracias a la aportación de San Benito de Nursia.
Entre las joyas artísticas pertenecientes a esta tipología destacan el altar de la Basílica inferior de Asís, los monasterios de San Pietro y Santa Maria di Valdiponte, en Perugia, Sassovivo, cerca de Foligno, San Benedetto del monte Subasio, cerca de Asís o San Salvatore di Monte Corona y la abadía de Petroia, en Città di Castello. También en la basílica de Asís es posible contemplar frescos de Giotto, Cimabue, Lorenzetti y Simone Martini. También destaca la basílica y monasterio de Santa Rita en Cascia, la basílica de San Valentino, en Terni y otros muchos centros religiosos que atestiguan el gran pasado y presente espiritual de la región.
Además, repartidos por toda la geografía de Umbria podemos encontrar un sinfín de muestras de todos los estilos artísticos, desde iglesias y catedrales románicas y góticas, basílicas, edificios civiles y museos que recogen gran parte de la producción de los grandes maestros de la Edad Media y el Renacimiento.
Foto: John Spooner