Barcelona es una ciudad ideal para los amantes de la arquitectura, en especial la arquitectura modernista. Como hay mucho que ver, queremos que lo podáis ver todo, o casi todo, en un día. El sistema de transporte público de la ciudad así nos lo permite, por ejemplo la línea verde de metro, la número 3, a un corto paseo de las Ramblas, y unas cuantas paradas de Paseo de Gracia, cerca de nuestro hotel HCC
Nuestra primera visita será el barrio de l’Eixample, el más grande de la ciudad. Fue diseñado por Ildefons Cerdá hace 150 años, y en él los poderosos financieros de Barcelona comenzaron a competir en edificios singulares. Aquí podemos visitar la Casa Batlló y la Casa Milá de Antoni Gaudí, en el Paseo de Gracia, ambos Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En la Eixample también se halla la conocida como Manzana de la Discordia, una lista de edificios entre los que se incluyen la Casa Batlló, la Casa Amatller, de Puig y Cadafalch, y la Casa Lleó Morera, de Lluis Domenech y Montaner. Curiosamente, en esa época Domenech era más famoso que Gaudí, ya que había construido otros dos grandes edificios, también Patrimonio de la Humanidad, como el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, cerca de la monumental Sagrada Familia.
La forma más fácil de ver todos estos edificios es paseando por el Paseo de Gracia en dirección al puerto, o reservando un hotel ramblas Barcelona. Vale la pena pagar la entrada para ver la Casa Milá, con sus formas originales y las chimeneas de la azotea en honor a San Jorge, un tema muy utilizado en muchos de sus edificios. Desde la azotea veréis las torres de la Sagrada Familia, nuestro próximo destino.
Si queréis comer algo, en el Paseo de Gracia tenéis muy buenos restaurantes de tapas. Luego, desde la estación de metro de Paseo de Gracia, tomaremos la línea de metro morada, la número 2, para llegar a la Sagrada Familia. No preocuparos si no estáis acostumbrados a usar el metro. En Barcelona es sencillo, hay que guiarse por los colores, las estaciones, y poco más. Pediros un plano en cualquier estación, veréis que sencillo.
Incluso para aquellos que no estéis muy interesados en la arquitectura, la Sagrada Familia es una obra excepcional. Las fachadas de la Natividad y la Crucifixión ofrecen un marcado contraste entre sí, pero perfectamente forman parte del mismo edificio. Obra maestra inconclusa de Gaudí, acercaros también a su museo, en la parte baja, para ver un modelo del templo de cómo quedaría cuando estuviera terminado.
La despedida de Barcelona la podemos hacer en la cripta de la Sagrada Familia, visitando la tumba de Gaudí. Nada mejor que agradecerle este genio el enorme legado que nos dejó para que hoy, nosotros, lo podamos disfrutar.
Foto Vía Spanish is Fun