
Una de las cosas curiosas que recuerdo de Andorra es que algunas de sus estaciones de esquí son muy diferentes las unas de las otras. Os pongo solamente dos ejemplos: por un lado tenemos Arinsal, llena de hoteles, bares y una animada vida nocturna; y por otro Pal, que no tiene alojamiento y simplemente es una estación de esquí, sin más.
Pero también son diferentes en cuanto a terrenos esquiables. Arinsal es alta, sin árboles y generalmente ventosa, mientras que Pal está situada más baja, más abrigada y con muchos árboles. El teleférico que une ambas estaciones está muchas veces cerrado debido a los fuertes vientos reinantes en la zona. Esto es sólo para que os hagáis una pequeña idea si queréis hacer esquí en Andorra la mejor selección de hoteles.
Precisamente a la hora de escoger hotel en Arinsal os recomiendo que esté cerca de los telesillas. El desarrollo turístico se ha disparado en los últimos quince años y ahora hay muchos complejos hoteleros. En temporada alta, especialmente entre noviembre y finales de abril, hay gran cantidad de turistas. Apenas cuatro kilómetros al sur de Arinsal está La Massana, unida por teleférico con Pal. La Massana es una opción más familiar y tranquila, ya que Arinsal de noche tiene mucho ambiente.
Dentro del territorio de Arinsal se hallan los picos de Coma Pedrosa, Medecorba y el Pla de l’Estany, los más altos del Principado. El pueblo es pequeño pero con mucho encanto. Su monumento más representativo es la Iglesia de Sant Andreu, construida en estilo románico y que cuenta con uno de esos típicos campanarios que se suelen ver por la zona pirenaica.
Es curioso que a pesar de la avalancha turística de los últimos años, Arinsal ha sabido mantener su carácter tradicional de pueblo de montaña. Sobre todo durante la primavera y el verano, cuando se convierte en un lugar apacible y muy tranquilo. Realmente es también un placer disfrutar de un enclave así en otra época del año que no sea invierno, ya que los paisajes de los alrededores sonde gran belleza.
Y desde aquí se puede ir hasta el centro acuático de agua termal de Caldea, pescar truchas, pasar una noche en un refugio de montaña mientras hacemos senderismo, visitar el parque de actividades de la estación de Pal, ir a la Seu d’Urgell o hacer una ruta por las iglesias románicas de Andorra.
Arinsal es un pueblo precioso, muy turístico en invierno, que seguramente os encantará.
Foto Vía El Perro Viajante