Amplísimo es el patrimonio arquitectónico y artístico de la capital francesa. De ahí que la gran mayoría de visitantes que llegan a la ciudad, después de haber elegido uno de los muchos vuelos a París existentes, lo hacen dispuestos a conocer a fondo los monumentos más significativos y emblemáticos.
Entre dichas construcciones se encuentra el Archivo Nacional que es una de las edificaciones más valiosas, tanto desde un punto de vista histórico como artístico. Y es que la misma es una joya por su propio aspecto pero también por las interesantes colecciones de documentos que guarda y custodia en su interior.
El antiguo Hotel de Soubise, una mansión del siglo XVIII de estilo señorial, es el que ejerce como sede de este archivo que se halla concretamente ubicado en la Rue des Francs-Bourgeois. Delamair fue concretamente quien se encargó de acometer la puesta en pie de esta citada mansión en el año 1705 para la Princesa de Rohan.
Sus torres y su patio son dos de los elementos más bellos, artísticamente hablando, de esta edificación francesa que también cuenta con una espectacular y sorprendente fachada donde toman protagonismo varias esculturas en las que se representa a la Prudencia y a la Sabiduría.
Como hemos mencionado antes, su colección de documentos históricos es valiosísima destacando joyas tales como la Declaración de los Derechos Humanos, el testamento de Napoleón Bonaparte o las últimas voluntades de uno de los monarcas más importantes de la historia de Francia: Luis XIV.
Es interesante recalcar que el Archivo Nacional parece ser que está comunicado mediante túneles y pasadizos secretos con el que fuera depósito Langlois, en la calle Quatre-Fils, donde también se conservan documentos, películas y fotografías de gran valor.
Si visitas París no desaproveches la oportunidad de conocer in situ el Archivo Nacional que a nadie deja indiferente.