Antigua es una encantadora ciudad de Guatemala, Patrimonio Mundial de la UNESCO, punto culminante de nuestras visitas al país. Cuenta con algunos ejemplos arquitectónicos maravillosos, tanto ruinas como modernas construcciones. También es un lugar estupendo donde comer y hacer compras, además de ser un lugar muy barato.
Podríamos pasar un buen tiempo en sus estrechas callejuelas, visitando sus tiendas y galerías, e incluso pasar un fin de semana de aventura escalando alguno de sus volcanes, todos ellos en activo.
Es curioso pero muchos de los turistas que llegan hasta Antigua es para aprender español en muchas de las escuelas de la ciudad. Pero visitar Antigua nos lleva primero a su maravilloso parque central, donde los habitantes de la ciudad se reúnen para charlar animadamente. Os puedo recomendar que lo mejor es llevar sandalias, no porque el terreno lo precise, sino porque quizás no os dejen mucho en paz la gran cantidad de niños limpia-botas que se os acercarán. Aunque claro, si queréis, podéis llevar zapatos y hablar un rato con los chiquillos, que os dirán qué es lo que podéis visitar en Antigua.
Las calles son muy seguras para pasear, observando sobre todo sus pintorescas casitas de colores. Cruzaremos el arco de Santa Catalina para ver el Nim’Pot, un maravilloso mercado colonial en donde encontraremos tanto alimentos como muebles, adornos, objetos de decoración maya, todos ellos muy tradicionales y elaborados a mano. Una oportunidad muy interesante, sobre todo por sus precios, aunque habrá que regatear un poco.
Antigua está llena de restaurantes que nos atienden con una amabilidad exquisita. Probad por ejemplo el Café Condesa, de estilo europeo, con cafés, tortas y unos estupendos desayunos. Si queréis algo occidental, el mejor lugar es Queso y Vino, donde nos ofrecen comida italiana fundamentalmente. En Antigua estos restaurantes son muy económicos, pero si queréis algo más barato, acercaros a Bagel Barn y probad sus bocadillos.
Si queréis probar la cocina local guatemalteca tenéis que visitar la Fonda de la Calle Real, donde probaremos el pollo frito, que también se puede degustar en Pollo Camparo, uno de los mejores establecimientos de comida rápida de Antigua. La zona más barata de cocina local es la que corresponde a los mercados de la estación de autobuses.
Dormir en Antigua es muy barato, la verdad. Podéis encontrar hoteles desde sólo cinco dólares, aunque hay que tener cuidado. Al ser tan asequible, lo mejor es buscar algo más selecto, digámoslo así, y buscar hoteles que oscilen entre los 12 y los 25 dólares por noche. Estos los podemos encontrar en la cadena hotelera de lujo B&B, ya que difícilmente hallaremos cadenas internacionales.
Si queréis un poco de aventura, nada mejor que una excursión al volcán activo Pacaya o cualquiera de los tres volcanes que se pueden ver desde la propia Antigua: Agua, Fuego y Acatenango. Más divertido, aunque un poco largo, puede ser la excursión al mercado de Chicicastenango el jueves o el domingo.
Y es que Antigua puede ser un destino maravilloso, muy digno y relajado. Guatemala tiene mucho que ofrecer. Bellos paisajes, grandes aventuras, y todo a un precio muy asequible. Vale la pena una escapada así de exótica, ¿no créeis?.
Cómo llegar
La mayoría de los turistas, cuando llegan al aeropuerto de la capital del país, Ciudad de Guatemala, toman un taxi hasta Antigua. Los taxistas, nada más llegar los aviones, salen incluso a la terminal ofreciéndose para llevar a los turistas a Antigua. El precio habrá que regatearlo con ellos, aunque lo lógico es que oscile entre los 100 y 150 quetzales, la moneda en Guatemala, que equivale a unos 20 dólares.
Los taxistas suelen aceptar dólares, pero hay que comentárselo antes de comenzar el viaje. De todas maneras, podemos cambiar moneda en los cajeros automáticos del aeropuerto. También es posible tomar un autobús, que sale algo más barato. Hay muchas posibilidades ya que, la mayoría de los turistas escogen como primer destino Antigua.
Foto 1 y 2: Vía Tripadvisor