Situada en la costa oeste del Adriático, Ancona es uno de los principales puertos de Italia. Una ciudad que combina perfectamente el gusto por la naturaleza y el culto al arte y la historia. Con algo más de cien mil habitantes, no es uno de los grandes destinos turísticos del país pero sí un enclave estupendo para disfrutar de una encantadora visita.
Lo cierto es que hasta aquí llegan cada día muchos cruceros para novios al mejor precio. La costa del Adriático tiene un toque romántico difícil de igualar, y Ancona se convierte en uno de sus grandes puertos de escala. La ciudad se halla como inclinada hacia el mar, apoyada en una especie de codo (Ancona precisamente viene del griego «ankon», que significa codo). Así es como se encontraron esta bahía los griegos que fundaron el primer asentamiento en el año 387 a.C.
Esta bahía está rodeada de hermosas colinas. Al llegar al puerto hay que adentrarse pronto en el centro histórico, rico en historia y monumentos. Esta ciudad vieja se halla sin ir más lejos encaramada en una de las colinas, de ahí que las vistas al puerto y al Adriático sean deslumbrantes. Desde aquí puede apreciarse la playa de Passetto, con sus rocas y el Seggiola del Papa, un promontorio rocoso que se ha convertido en el símbolo de esta playa.
Si nos perdemos por las callejuelas del centro histórico hay que estar atento a sus continuas subidas y bajadas. Hacia el norte es donde hay más pendientes y colinas, incluyendo la Colina Guasco donde se encuentra el Duomo, la Colina de los Capuchinos con el Faro, y Monte Cardeto con el parque del mismo nombre y los restos de las viejas fortificaciones de Ancona. Al sur encontramos una ciudad más llana, atravesada por el Viale della Vittoria.
Un poco más aún hacia el sur se dibuja otra sucesión de pequeñas colinas dominadas por el cerro Astagno. Aquí se alza la Ciudadela del Sangallo, el cerro de Santo Stefano con el Parque del Pincio, Monte Pulito, Monte Pelago y su observatorio astronómico, y finalmente el Monte Santa Margarita y sus preciosas vistas al mar.
El casco viejo de Ancona está formado por callejuelas de aspecto medieval y otras más largas y rectas que datan del siglo XVIII. Hay algunos monumentos que no hemos de perdernos, como la Catedral de San Ciriaco de estilo románico, el anfiteatro romano y el Arco de Trajano, el Museo Arqueológico, la Pinacoteca de la Ciudad y los palacios de Ferretti, el de los Ancianos, la Loggia dei Mercanti y el Palacio del Gobierno (todos ellos construidos entre los siglos XII y XVI).
Como podéis comprobar, Ancona es una ciudad más que interesante para visitar. Aúna una hermosa composición de arte, historia y belleza paisajística. Si vuestro crucero llega hasta aquí no perdáis la oportunidad de descubrirla.
Foto Vía Visit Italy