Muchos de vosotros estaréis de acuerdo conmigo si os digo que el Algarve portugués es uno de los mejores destinos turísticos en Europa. La belleza de sus playas y paisajes, los pueblos pintorescos y las numerosas excursiones que podemos hacer en la región, hacen de ella un enclave maravilloso.
Hoy recuerdo el magnífico campamento de verano que pasamos en el encantador pueblo de pescadores de Alvor. Situado en la desembocadura del río del mismo nombre, y apenas a 7 kilómetros de Portimao, es un lugar tranquilo en comparación con la propia Portimao.
Alvor es un pueblo con encanto. Su laberinto de callejuelas empedradas se mezcla con las pequeñas casas de los pescadores. Su extensa playa de arena blanca, su puerto pesquero, el paseo marítimo, las ruinas de un castillo del siglo XIII y una vieja iglesia del XVI son sus principales atractivos. A los que hay que unir el placer de pasear sobre la belleza pintoresca de un rincón más que apacible.
La playa de Alvor es bastante grande, por lo que resulta muy cómoda y tranquila. Suelen venir familias, parejas, gente de todo tipo. De todas maneras, desde Alvor apenas hay 5 kilómetros hasta Praia da Rocha, la más conocida y famosa de los alrededores. Junto a ellas, la hermosa Praia dos Tres Irmaos, con sus acantilados de color rojo, la Praia do Vau y la de Prainha. En cuanto a playas, las opciones son abundantes, vaya.
Para los que prefieren algo de acción y no solo buscan estar tumbados en la arena, en Alvor y sus alrededores hay bastantes posibilidades. Desde los deportes acuáticos hasta la equitación y la práctica del golf. Sin ir más lejos, a esta zona se la conoce como el paraíso del golfista, ya que en pocos kilómetros a la redonda hay unos 30 campos de golf, a todos los niveles.
Pero Alvor no solo es un destino especial para el verano. Tanto en otoño como en invierno muchos turistas vienen hasta aquí como escapada rural. Las rutas de senderismo son, en esta época, la mejor opción. La mayoría de estas rutas nos llevan hasta la Quinta da Rocha, una reserva natural en la que anidan numerosas especies de aves zancudas. También podéis acercaros a las cuevas y grutas, y visitar el pueblo de Abidaca.
Si os acercáis por el Algarve, Alvor es una magnífica opción. No está tan saturado como Portimao, y además se halla apenas a cinco minutos en coche.
Foto Vía Algarve Life Style