Zagreb, una joya escondida

Zagreb, una joya escondida 2

Si estamos atentos, las ofertas de viaje no tienen límites, y menos en Europa. Uno de los destinos que podemos visitar sin gastar en exceso en el trayecto es Croacia, y en especial su capital, Zagreb, una ciudad poco conocida y podríamos decir que incluso poco valorada. A pesar de aparentar una ciudad típicamente centroeuropea, la capital croata bulle con el buen tiempo, hierve en una animación que nos recordará más a Barcelona o Budapest que a cualquier imagen precondebida de la típica ciudad centroeuropea. Sus terrazas y jardines son ocupadas por música, jóvenes y buen ambiente.

Así, no es una mala idea reservar un billete barato con destino a Zagreb para este verano. Si queremos comprobarlo, no tenemos más que dirigirnos a algunas de sus plazas más míticas un sábado de primavera o cualquier dia de verano. Zagreb posee mucho encanto, demasiado para ser una ciudad aún desconocida (y quizás por ello mismo) para el turismo de masas. Su autenticidad se mantiene intacta a diferncia de muchas de sus ciudades hermanas.

El epicentro de la vida urbana se encuentra en la plaza Ban Josip Jelacic, un buen punto de partida para explorar la ciudad Balcánica, una ciudad que se divide en una parte medieva y otra decimonónica. Si vamos al norte, a la parte medieval, podemos pasar por la pintoresca Tkalciceva, hermosa calle que señala la frontera entre el barrio de Kaptol y la parte alta de la ciudad. Si nos fijamos bien veremos un hecho curioso, a saber, algunas casas poseen ventanas que están casi a la altura del mismo suelo. El extraño motivo es que por aquí pasaba antaño un riachuelo que fue tapado por motivos de salubridad a principios del siglo pasado.

Si vamos más arriba, por la calle Skalinska, llegaremos al pleno griterío a los aromas y a la curiosidad del hermoso y colorido mercado Dolac, donde podremos conocer los característicos parasoles rojos. Aquí podremos comprar casi de todo, ya que la oferta del género es variada y abarca los cuatro puntos cardinales de Croacia.

Saliendo del tumulto, caminando hacia la vecina plaza Kaptol, nos daremos cuenta que cambiamos de género, de territorio, de dueño. Si el mercado es un lugar eminentemente popular, la plaza Kaptol es territorio de la iglesia. Aunque hoy día es un barrio más, aún se percibe en el aire que la zona durante la Edad Media fue poblada por clérigos que vivían bajo el episcopado de Zagreb. En Kaptol podremos visitar la imponente Catedral con su gran tesoro, la iglsia de San Francisco de Asís y el Palacio del Arzobispo, que completan su hermosura con varios edificios góticos de las Cúrias.

En fin, Zagreb posee esto y mucho más, es una ciudad que nos sorprenderá por la autenticidad de sus gentes, aún poco contaminadas por el turismo.

Foto Vía: Suradnik13