Visitar el Chrysler Building en Nueva York

Visitar el Chrysler Building en Nueva York 2

El turismo en Nueva York es una actividad que no ofrece el típico turismo europeo, con edificios y catedrales centenarios, barrios y lugares que mantienen el estilo de vida tradicional. Se trata de una ciudad que tiene su atractivo en la modernidad, en lo que su día fue modernidad y aún hoy se puede considerar modernidad. Las fotos de Nueva York no son de templos e iglesias milenarias sino de edificios que apenas poseen decenas de años y que se han convertido en símbolo de la importancia de esta ciudad en el mundo.

Uno de estos edificios que merece la pena visitar es el Chrysler Building, que es el preferido de muchos neoyorquinos pese a la altura y fama del Empire State. Su historia comienza cuando el magnate del automóvil Walter Percy Chrysler quiso demostrar al mundo la grandeza de su compañía y la de la industria estadounidense. Sin duda una de las cosas que hay que ver en Nueva York.

Con tal de conseguir este propósito el magnate contrató al famoso arquitecto de Brooklyn Willian van Alen, el cual tuvo la idea de diseñar un edificio, el actual Chrysler Building con el estilo Art Decó y elementos de decoración que trataran de recordar a un automóvil.

Su construcción se acabó en el año 1930 y con sus 319 metros de altura se erigió como el rascacielos más alto del mundo. No obstante, la fama no le duró mucho tiempo pues la inauguración del Empire State Building el día 1 de mayo del siguiente año hizo que el Chrysler Building se quedara relegado a un segundo puesto.

Pese a su poco tiempo en la cumbre, aún hoy el edificio sigue siendo el tercer edificio más alto de New York tras el comentado Empire State y la famosa Torre de Bank of America, que consigue el segundo puesto por la antena.

Pese a que el edificio no puede verse por el interior, sí que podemos entrar en el hall y contemplar la magnífica decoración art decó de la recepción.

Se trata, pues, de un edificio interesantísimo de conocer tanto por su historia como por la arquitectura que lo levanta, un monumento imperdible en nuestra visita a Nueva York.

Foto Vía: Salim Virji