Tamariu, en el corazón de la Costa Brava

Tamariu

La costa catalana presenta algunas de las mejores playas de España. Desde la Costa Daurada en Tarragona hasta la Costa Brava, ya casi en la frontera con Francia, un reguero de pequeñas calas y grandes arenales forman parte del gran atractivo turístico que en verano ofrece esta región. Si tenéis ganas de descansar, tomar el sol relajadamente o disfrutar del ambiente nocturno no dudéis en acercaros por aquí.

Tal vez os coja un poco lejos de vuestros hoteles en Barcelona económicos, pero la recomendación que os planteamos hoy merece mucho la pena. A poco más de una hora en coche de la capital catalana se halla uno de esos lugares de playa de este litoral para conocer. Se trata de Tamariu, un pequeño rincón de la provincia de Girona que pertenece a Palafrugell, en pleno corazón de la Costa Brava.

De unos años a esta parte Tamariu se ha convertido en uno de los destinos por excelencia de esta franja de la costa. Nada hacía presagiar en el siglo pasado que este pueblo de pescadores pasara a ser lo que es hoy en día. Aquí encontraréis tres playas, hoteles, apartamentos de alquiler, un club de vela, tiendas para el alquiler de equipos de submarinismo y kayak y enormes posibilidades para practicar cualquier actividad propia de estas fechas estivales.

Una de las calas más hermosas de la zona de Tamariu es la de Xelida. Está considerada como una de las playas más bonitas de la costa catalana. Todo a su alrededor es naturaleza en estado puro. Protegida por la Punta de Esguard y la Punta des Banc, solo se puede acceder a ella a pie desde el pueblo. El paseo es una pequeña caminata, pero muy agradable y con la sorpresa final de una cala realmente maravillosa.

Curiosamente el turismo masivo no ha llegado del todo hasta aquí como en otros puntos de la Costa Brava. Dicen que es por lo complicado de las comunicaciones (lo cierto es que para llegar desde Palafrugell hay que pasar una carretera con muchas curvas), aunque cada vez son más los turistas que la descubren y repiten al año siguiente. El bullicio del verano no tiene nada que ver con la sugerente calma del invierno.

Si tenéis pensado venir por aquí no perdáis la oportunidad de conocer Tamariu. Hay que hacerlo antes que las aglomeraciones urbanísticas, que ya se aprecian bastante, transformen completamente su paisaje.

Foto Vía Guías Más Mar