Subir al Volcán Pacaya en Guatemala

Subir al Volcán Pacaya en Guatemala 2

Cuando vas en el avión y comienzas a hojear los folletos, la sensación de viajar hacia un destino mágico empieza a invadirte. Nos vamos a Guatemala, ese rincón caribeño y maya al que la naturaleza le juega una doble pasada. Al mismo tiempo que lo embellece, lo cerca y lo pone alerta con su fuerza.

Uno de los grandes paraísos naturales de Guatemala es el Volcán Pacaya, situado a unos treinta kilómetros de la capital guatemalteca. Es un volcán que continúa activo, pero a decir verdad, su actividad no es muy intensa, lo que permite que podamos subir a la cima y recorrer el cráter contemplando su lava.

Es una de esas visitas imprescindibles si tenéis vuestros vuelos Guatemala. La subida hasta el cráter se puede hacer en menos de una hora y media. La naturaleza es fastuosa, no en vano estamos en el interior del Parque Natural de Pacaya. Si lo queréis visitar con tranquilidad, lo mejor es organizar vuestro viaje con la Oficina de Turismo de Guatemala.

Nosotros partimos desde la ciudad de Antigua, ya que allí ofrecen mucha más variedad para conocer el volcán. A medida que nos acercamos al volcán el suele pasa a ser negro. Es tierra fundida por la lava. El olor a azufre se va también intensificando, al igual que el calor. Se nota que estamos a los pies de un volcán.

Hay que estar allí para apreciar las mil y una sensaciones que nos inundan. Porque jamás llegas a imaginar en ningún momento que puedas estar tan cerca de un pequeño río de lava. Pero, antes de subir, las vistas panorámicas que se tienen desde las laderas merecen unas cuantas fotos. El color de la naturaleza, entre el negro y el verde, impresiona.

Si aguzáis bien el oído se puede oir el crujido de la naturaleza cuando la lava pasa. Parece mentira, pero hay quien se lleva un poco de lava como recuerdo.

Está claro que el Volcán Pacaya es una de esas visitas imprescindibles que se deben hacer en Guatemala. Antes de la subida hay una entrada, en la que os cobrarán cinco dólares por la subida. Aunque os aseguro que merece la pena. Eso sí, llevaros buenos zapatos, ya que con el calor que desprende el suelo, se pueden llegar a derretir las suelas si no son resistentes.

Foto Vía Lxixixl