Silves, antigua capital del Algarve

Silves, antigua capital del Algarve 2

Cada vez se está poniendo más de moda el sur de Portugal para pasar unos días de vacaciones. La célebre región del Algarve reúne una gran cantidad de pueblos pintorescos, especialmente alrededor de enclaves como Faro, Portimao y la Albufeira. Rincones históricos que complementan su turismo con días de sol, paisajes fascinantes y playas hermosas.

De todos esos pueblos pintorescos nosotros nos quedamos hoy en Silves, situado apenas a veinte kilómetros al norte de Portimao, conocida como la antigua capital del Algarve. Es muy fácil llegar hasta aquí, sobre todo a través de los vuelos baratos que podemos encontrar hasta el Aeropuerto de Faro, a media hora en coche de Silves.

Silves está rodeado de hermosos paisajes naturales, playas de arena dorada y enclaves históricos. Bañado por el río Arade, la época musulmana le ha dado a Silves un encanto especial, que se nota nada más llegar a los pies de sus calles y casas. Aún así, por aquí también estuvieron los fenicios, cartagineses y romanos, dado el valor estratégico de su ubicación. Porque el pasado glorioso de Silves es uno de sus mayores encantos.

No en vano el Castillo de Silves puede ser uno de los monumentos históricos más interesantes de todo el Algarve portugués. Los orígenes de esta fortaleza hay que situarlos en los siglos IV y V, aunque su aspecto actual es mucho más reciente. Imprescindible subir hasta él para contemplar la bellísima panorámica que se abre ante nosotros, con el pueblo de Silves y el valle, disfrutando de sus once torres. Cuentan los escritos de la época que Silves era una de las ciudades mejor amuralladas del sur de la Península en el siglo XII.

Otro de los grandes atractivos de Silves es la gran Cruz de Portugal, monumento de los siglos XV y XVI, situado poco antes de llegar al castillo. Cerca de allí podemos visitar el Museo Arqueológico de Silves, aunque tal vez lo mejor sea perderse en el laberinto de sus callejuelas, que desembocan principalmente en la Plaza del Municipìo, corazón de Silves. De los restos de sus murallas queda en pie la Puerta de Loulé, de color rojizo.

Sin embargo, de este centro histórico lo mejor sin duda es la Catedral de Silves, considerada posiblemente la mejor iglesia del Algarve. Construida en el siglo XIII, fue la sede de la diócesis del Algarve hasta 1577. Destacan sus azulejos, la portada barroca del XVIII y el ábside con sus tres capillas.

Aprovechando el río Arade, se puede ir hasta Portimao y allí hacer una pequeña excursión en barco por este río, disfrutando de las vistas del Algarve desde sus aguas.

No os quedéis como muchos turistas, que viajan al Algarve exclusivamente por sus playas. Daros el placer de una pequeña excursión a Silves, y disfrutar de uno de los pueblos más históricos y hermosos de la región.

Foto Vía Esacademic