Argentina, el octavo país más grande del mundo. Dentro de sus vastas fronteras se alojan algunas de las riquezas y tesoros naturales más envidiados del mundo. Mucha gente se queda exclusivamente en la visita a Buenos Aires, cuando Argentina tiene mucho más que ofrecer. Glaciares, salinas y cataratas rugientes. Acompañadnos a este sincero paraíso, os encantará.
Entre Tucumán y la frontera con Bolivia existe una cadena de humildes pero románticas aldeas situadas en los valles de las montañas. Las grandes ciudades sirven como centros de transporte, pero ya os digo de antemano que no valen la pena visitar. Los autobuses conectan con estos pueblos pequeños, que son las verdaderas joyas que andamos buscando. Aunque eso sí, lo mejor es alquilarse un coche y recorrerlos por nuestra cuenta.
Lejos de la cosmopolita Buenos Aires, el noroeste argentino es una auténtica maravilla. Es el escenario de la verdadera cultura indígena, la música folclórica y las delicias regionales propias de los humitas y los tamales. No os perdáis hacer una pequeña caminata hasta Tafí del Valle, probando el sabor del vino en Cafayate o comprando en las tiendas de artesanía y arte en Tilcara.
Desde aquí podéis echar un vistazo a las formaciones rocosas de la Quebrada de Humahuaca o a la Montaña de los Siete Colores en Purmamarca, y sobre todo visitar las Salinas Grandes.
Otro de los lugares que sin duda tenéis que visitar en Argentina es Mendoza, a los pies de los Andes. Se trata de una de las ciudades más bellas del país, con espectaculares vistas de las montañas, las preciosas calles y plazas bordeadas con árboles y fuentes, y su ambiente tranquilo. Mendoza es un lugar ideal si tenemos intención de visitar también ciudades como Santiago de Chile, Viña del Mar o Valparaíso, a unas seis o siete horas en autobús desde Mendoza.
A su vez, Mendoza es también la capital del vino argentino. Cuenta con una gran cantidad de viñedos que podemos recorrer alquilando una bicicleta y acercándonos a sus bodegas. Rodeada de cañones, praderas y puentes naturales, Mendoza es un magnífico centro para disfrutar de todas y cada una de las actividades al aire libre que queramos practicar, incluyendo rafting y esquí.
A ambos lados de la frontera de Argentina y Chile se encuentra el conocido como Distrito del Lago. Se trata de una serie de grandes lagos rodeados por los Andes. La zona es un paraíso para los amantes de la naturaleza activa, quienes pueden pescar, practicar vela y windsurf en los meses de verano, que aquí van de diciembre a marzo, o hacer esquí y snowboard entre los meses de invierno, julio y agosto principalmente.
Otro de los grandes lugares en Argentina, con una fuerte influencia alemana y suiza, y una gran abundancia de tiendas de chocolate, es Bariloche, la quintaesencia del pueblo de montaña. Debido a su envidiable ubicación a los pies del Cerro Otto, a lo largo de la costa del distrito más grande del lago Nahuel Huapi, y dentro del Parque Nacional Nahuel Huapi, Bariloche es la base ideal para un viaje a la región. Otras ciudades cercanas de interés son San Martín de los Andes, Villa la Angostura y El Bolsón.
Ahora nos trasladamos a la costa atlántica de Argentina. Allí, desde finales de año hasta marzo, los turistas llenan sus playas. Los balnearios y paradores ofrecen tomar el sol entre sus tiendas, restaurantes, conciertos y desfiles de moda. La arena blanca y el color turquesa del agua son un paraíso propio para los amantes del sol. Desde aquí se hace necesario un viaje hasta Brasil o la Punta del Este en Uruguay. Eso sí, ojo porque las playas de Argentina suelen tener el agua muy fría.
Cada pueblo y cada playa tiene su propia personalidad, atendiendo a diferentes edades y presupuestos. La ciudad más grande es Mar del Plata, famosa por su festival internacional de cine, sus casinos, teatros y espectáculos. Bonitas son también Pinamar y Cariló, aunque se consideran las opciones más exclusivas, mientras que Villa Gesell es ideal para los amantes de la tranquilidad y los mochileros.
Foto 1: Vía Visiting Argentina
Foto 2: Vía Jordiraig
