Si este verano pensamos pasear por Europa y no sabemos aún a donde ir, coger uno de los vuelos Bruselas puede ser una buena idea. Por varias razones. Primero por que se trata de una ciudad desconocida para la mayoría. Y segundo por qué más allá de la famosa figura de Menneken Pis y la zona europea, la capital belga nos ofrece gran cantidad de atracciones monumentales. La Grand Place es una de ellas.
No en vano es la plaza más bonita del mundo según Victor Hugo y está declarado como Patrimonio Mundial de la Humanidad según la Unesco. Al norte de la plaza, por ejemplo, se extiende el entretenido y pintoresco barrio de Ilot Sacré, un entramado de callejuelas las cuales llevan los nombres de antiguos gremios.
A poca distancia de la Grand Place también podemos llegar a la Rue du Marché aux Herbes, donde podemos destacar las galerías reales de Saint-Hubert, un hermoso pasaje levantado en la primera mitad del siglo XIX por Cluysenaer, la primera galería cubierta de Europa. Hoy día es el paraíso de las boutiques de moda y lugares elegantes.
Tmbién cerca de la Grand-Place se encuentra el Manneken-Pis que antes hemos comentado, así como la Bolsa y la Place Saint-Géry, seguramente uno de los rincones más de moda de la actual Bruselas.
Caminando un poco más, en dirección al Teatro Real de la Monnaine llegaremos hasta la bonita Catedral de los santos Michel y Gudule, la cual se comenzó a construir nada menos que en 1226 y la fachada se acabó en el siglo XV.
En fin, la Grand Place no sólo es la plaza principal y más hermosa de Bruselas sino que también el punto central para comenzar cualquiera de las varias rutas que se pueden realizar por el casco antiguo de Bruselas, donde diferentes estilos y tendencias arquitectónicas de todos los tiempos conviven perfectamente con una ciudad cosmopolita y moderna, muy diferente pero a la vez igual que el resto de Bélgica.
Foto Vía: EmDee
